La Gonorrea |
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La Gonorrea |
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Científicos Discuten por el Cáncer Anal. |
Los casos de cáncer anal entre
portadores del vih preocupan a médicos e investigadores. Un reciente estudio
puso al descubierto los altos niveles de células pre-cancerígenas en hombres
afectados por la neoplasia anal interepitelial. En esta investigación, un 9 por ciento de los hombres participantes padecía un serio cuadro de neoplasia anal interepitelial (NAI). Esta afección se caracteriza por ser una condición en la que las células del canal anal experimentan cambios precancerígenos, a tal punto de que algunos médicos recomiendan removerlas mediante cirugía u otro tratamiento. Aunque la Neoplasia Anal Interepitelial es común entre hombres portadores del vih, el cáncer anal resultante aún se mantiene como poco probable. Si bien frente a la población general es 35 veces más común en hombres gays y 70 veces entre seropositivos; investigaciones en los hospitales de Chelsea y Westminster (UK) sólo han apuntado un caso invasivo de cáncer anal entre 1500 pacientes al año. Ahora bien, cuando el cáncer se desarrolla muchas veces llega a ser fatal y/o requiere de cirugía inmediata. Hasta ahora nadie conoce el proceso por el cual, en contados pacientes, las células anormales se desarrollan en un cáncer fulminante. Pero otro estudio, esta vez australiano, llegó a la conclusión de que el monitoreo para el cáncer anal probablemente no sea necesario. Esto sería así porque los actuales programas de seguimiento sólo informan entre un 45 por ciento a 70 de neoplasia anal interepitelial. Cuando diagnosticada, no hay más remedio para la NAI que la cirugía; la que por cierto puede causar serios problemas de salud. Muchas veces carece de efectividad, ya que varios casos de neoplasia anal interepitelial son recurrentes; o incluso es innecesaria, dado que los casos más serios experimentan la regresión sin mediar intervención quirúrgica. |
INSOMNIO |
uno de los trastornos más frecuentes en
nuestra sociedad. Alrededor del 25% de la población padece frecuentes o
esporádicas alteraciones relacionadas con el sueño. El insomnio no viene
señalado necesariamente por el número de horas que una persona duerme, ya que
esta cifra puede variar ampliamente. Los niños o jóvenes, las personas que
realizan esfuerzo físico o psíquico mayor necesitan dormir más horas, mientras
que las personas de edad avanzada duermen menos horas. Como media se puede
considerar que la mayoría de los adultos necesitan una media de ocho horas de
sueño continuado. El consumo de sustancias tóxicas tales como la heroína, cocaína, anfetaminas, éxtasis, etc., afecta al Sistema Nervioso Central y por lo tanto pueden alterar el sueño. Otras sustancias, socialmente más extendidas y que también alteran el sueño son las Xantinas (café, té, cacao, colas). El alcohol, aunque posee cierto efecto sedante inicial, dificulta que el sueño llegue a fases profundas y por lo tanto que sea reparador. Existen distintos medios de tipo higiénico que favorecen un sueño regular y reparador o que pueden ayudar a solventar algunas dificultades ligeras con el sueño. Algunos consejos al respecto son: 1. Horario regular de acostarse y levantarse, también incluyendo el fin de semana. 2. Ejercicio físico durante el día, evitando las últimas horas del día 3. No comer excesivamente antes de dormir 4. No tomar sustancias excitantes después del mediodía 5. Evitar trabajos o actividades que exciten en las horas previas al sueño 6. Comer o beber algo antes de acostarse 7. No beber alcohol antes de acostarse 8. No utilizar la cama para actividades distintas como comer, estudiar. 9. Dormir en oscuridad, con silencio y temperatura entre 18 y 22 ºC. 10 No angustiarse si no se puede dormir. Levantarse y hacer algo relajante y volver a acostarse cuando se note algo de somnolencia es un buen truco. Es importante no coger fobia a la cama. |
CUIDANDO LA PROSTATA |
La próstata es una glándula sexual
masculina, que forma parte del sistema de reproducción masculino. Del tamaño de
una nuez, está situada bajo la vejiga (encargada de almacenar la orina) y rodea
a la uretra, a través de la cual la orina sale al exterior durante la micción.
La misión de la próstata es la de producir un fluido que forma parte del semen.
El cáncer de próstata es una de las patologías más frecuentes en el hombre
adulto, siendo tras el cáncer de piel, el segundo en frecuencia en los hombres.
Su incidencia está aumentando en las últimas décadas debido al aumento de la
esperanza de vida, la mejora en los métodos diagnósticos y la concienciación de
la población. El cáncer de próstata da muy pocos síntomas hasta etapas
avanzadas. En ocasiones el crecimiento tumoral de la de la próstata puede dar
síntomas obstructivos similares a los de la HBP (polaquiuria, urgencia
miccional, incontinencia, disuria, dificultad orinar, disminución del calibre y
fuerza del chorro de la orina... ). Otras veces el primer síntoma es el dolor de
huesos o las fracturas óseas. También puede extenderse a los riñones o través
del torrente circulatorio al cerebro. Habitualmente son de crecimiento muy lento, con una duración media de la enfermedad localizada de unos 10 años, por lo que muchas veces la muerte de estos enfermos se produce por otras causas. Sólo un 3% de los hombres que sufre esta enfermedad mueren a causa de ella. ¿Se puede detectar el cáncer de próstata si no da síntomas? No hay consenso sobre este punto. Lo que sí se recomienda es el estudio en busca de cáncer de próstata en todo paciente con síntomas urinarios mayor de 50 años. Consiste en la realización de un tacto rectal para evaluar la consistencia y el tamaño de la próstata así como un estudio analítico del PSA, sustancia producida y liberada por la próstata que se eleva en caso de cáncer y de otras patologías, por lo que no es específica de la enfermedad. Como hemos comentado, ni el tacto rectal ni el PSA es diagnóstico al 100%, se puede tener un cáncer de próstata con tacto normal o con PSA normal o tener alteraciones en alguno de los dos y no tener un cáncer. Para realizar el diagnóstico se debe hacer una biopsia de la zona, mediante ecografía transrectal que permite obtener una muestra de tejido prostático a través de una aguja fina, es lo que se llama punción-aspiración de aguja fina (PAAF). |
Siempre Joven |
La vitamina E frena el proceso de
destrucción de las células provocado por los radicales libres, principales
aceleradores del envejecimiento. Una alimentación rica en vitamina E ofrecerá al
organismo una mayor protección. Aunque hoy todavía no se conocen la totalidad de los mecanismos de acción de la vitamina E, parece admitido que esta vitamina protege el organismo de elementos tóxicos. Su acción antioxidante tendría el particular efecto de retrasar la destrucción de nuestras células por parte de los radicales libres, que son unas moléculas que contienen oxígeno. Según la teoría de Denham Harman, especialista en envejecimiento de la Universidad de Nebraska (Estados Unidos), “los mecanismos que agrietan el caucho serían los mismos que nos hacen envejecer”. La vitamina E permite luchar eficazmente contra la oxidación (destrucción) de la vitamina A debido a los radicales libres. Sin embargo esta vitamina tiene un papel importante en el mantenimiento de un buen equilibrio de la dermis (la piel) y, por tanto, en el proceso de envejecimiento de la piel. Una de las consecuencias del descubrimiento de esta acción es la aparición, en el transcurso de estos últimos años, de productos de protección solar y de cosméticos enriquecidos con vitamina E. Una acción anti-cancerígena A pesar de las observaciones recogidas por los estudios científicos sobre el tema, los especialistas en nutrición de todo el mundo no han llegado a conclusiones definitivas. Sin embargo, investigadores americanos que trabajan con antioxidantes, como la vitamina E, estiman que una alimentación enriquecida con ésta podría hacer disminuir el riesgo de contraer un cáncer en un una proporción aproximada al 50%. Los alimentos ricos en vitamina E Las carencias en vitamina E son raras. No obstante, hay que conocer los alimentos que la contienen, con objeto de consumirlos regularmente. El organismo necesita consumir entre 5 y 15 mg de vitamina E al día: Soja (140mg/100g) Aceite de cacahuete (de 15 a 30 mg/100 g); aceite de oliva (de 10 a 20 mg/100 g) Germen de trigo (de 14 a 16 mg/100 g) Hígado de vaca (1,4 mg/100 g) Ensaladas, espinacas (de 0,3 a 2 mg/100 g) Aceite de germen de trigo (0,4 mg/100 g) Carne roja (0,4 mg/100 g) Atención: si usted ha suprimido estos alimentos de su dieta, puede recurrir a complejos vitamínicos y a minerales ricos en antioxidantes, que se venden en farmacias. Asegúrese de que la vitamina E es de origen natural. Las necesidades de vitamina E pueden aumentar en este caso. Pida consejo a su médico. ¿Cómo actúan los radicales libres en el organismo? Los radicales libres son moléculas muy reactivas que contienen oxígeno. Presentan la particularidad de estar dotadas de un electrón libre que se combina con otro electrón. Ocurre en una fracción de segundo, al volar un electrón hacia otro vecino, el cual se transforma a su vez en radical libre. Esto produce una reacción en cadena que puede conducir al daño de nuestras células. Este proceso es el origen de la teoría del envejecimiento debido a los radicales libres de Denham Harman, investigador de la Universidad de Nebraska (Estados Unidos). |
Riesgo de infección de VIH atribuible a sexo oral entre hombres que tienen sexo con hombres dentro de una población de hombres que tienen sexo con hombres. |
Desde que el VIH fue identificado como
de transmisión sexual, ha habido un gran interés en el riesgo asociado al sexo
oral. En los primeros estudios se encontró que el sexo oral no tenía un riesgo
independiente, la alta correlación entre las prácticas sexuales múltiples
elevaban la posibilidad del riesgo, pero no pudo ser determinada [para el caso
particular del sexo oral]. Posteriormente los casos reportados se acumularon
provenientes de una gran cantidad de hombres que negaban tener otras conductas
de riesgo [únicamente sexo oral]. Los investigadores reconocieron que el sexo
oral, no era una ruta eficiente de infección, no obstante representar un pequeño
riesgo. En dos estudios se establecieron estimaciones cuantitativas del bajo riesgo entre Hombres que tienen Sexo con Hombres (HSH) (bibliografía 2,3). En uno de los estudios (bibliografía 3) se calculó que el riesgo por contacto durante el sexo oral sin protección con una persona VIH-positivo (VIH+) o con una persona que se desconocía su estatus en cuanto al VIH (4/10 000; 95% del intervalo de confianza (CI) 0.01%, 0.17%) es tan bajo como el riesgo de adquisición de VIH de la persona que es penetrada durante el sexo anal pero que emplea protección [condón] RAI. Las guías específicas para “sexo seguro” indican que el sexo oral sin protección es inseguro pero de bajo riesgo. Un estudio reciente de infección primaria en San Francisco (bibliografía 4) reportó que el 8% de los participantes VIH+ adquirieron el VIH vía sexo oral. Este hallazgo fue ampliamente interpretado como que muchos de ése 8% infectados con VIH pertenecían a la población de HSH y mantenían sexo oral (bibliografía 5). Esto se comprende debido a información contradictoria (proporcionada a los sujetos del estudio por los investigadores), por lo tanto las personas proporcionaron información contradictoria, y continuaron preguntando por mas claridad en la definición de riesgo. El Riesgo Asociado a una Población (RAP%) es de especial interés debido a que un bajo riesgo de exposición es el resultante de una infección proporcional. En éste reporte presentamos resultados preliminares de una investigación que se encuentra en curso sobre la adquisición de VIH vía oral en donde se demuestra que: (bibliografía 1) la infección es rara y (bibliografía 2) se efectuó un análisis empleando datos previamente publicados sobre el RAP% atribuible al sexo oral, el cuál resultó ser extremadamente bajo. Desde Diciembre de 1999 a 2001 se buscó personas para una prueba de VIH en un sitio en San Francisco, de las cuales se seleccionó aquellos individuos que en los últimos 6 meses dijeron no haber tenido sexo anal o vaginal, que no emplean drogas inyectadas y que practicaron sexo oral con por lo menos una persona. A las personas elegidas se les practicó un examen mediante la prueba de pre-VIH y una evaluación retrospectiva a 6 meses de sus prácticas sexuales. Posteriormente se efectuaron pruebas serológicas VIH para determinar la serología VIH por medio de inmunoensayos enzimáticos, la prueba de confirmación Western blot, y pruebas con inmunoensayos enzimáticos de baja sensibilidad (bibliografía 6) para identificar la adquisición reciente de la infección. El RAP% fue calculado mediante la fórmula de Levin: (p S(RR – 1) / (p(RR – 1) – 1) * 100), donde p es la población prevalente expuesta y RR es el riesgo relativo (bibliografía 7). Una estimación de la RR ya publicada fue empleada (bibliografía 2) y la prevalencia p de los practicantes de sexo oral fue obtenida de los datos recopilados en un estudio poblacional basado en HSH (bibliografía 8). Estimamos que la prevalencia p para los datos recopilados en base a entrevistas con los participantes, fue por medio de la pregunta de cuantas veces ha tenido sexo oral (si ha sido receptivo durante el sexo oral) [en otras palabras: cuantas veces ha hecho güagüis] en años previos. El análisis de las respuestas mostró la prevalencia del sexo oral (bibliografía 9) y el número de personas con las que ! lo ha realizado (datos aún sin publicar) la prevalencia no ha variado significativamente desde que el estudio se inició. El número promedio de personas con las que los voluntarios han practicado sexo oral en años previos fue de 3 (con un rango de 0 – 400) por lo que calculamos el valor del RAP% para el caso de sexo oral con sólo un compañero, el valor RAP% cuando tuvo dos y el RAP% cuando hubo tres. De un total de 10 283 pruebas efectuadas a los asistentes al sitio en San Francisco, 413 personas (4%) fueron elegibles y de ellos 243 personas (2.3%) participaron. De éstas, 239 personas (98%) son hombres con una edad promedio de 39 años y todos ellos únicamente son HSH. Cuatro mujeres fueron eliminas del análisis. No se detectó la adquisición reciente de VIH y la probabilidad estimada por adquirir VIH a través de sexo oral fue de cero (95% CI 0, 1.5%). El número promedio de compañeros con los que se tuvo sexo oral en los pasados 6 meses fue de 3 (con un rango de intercuartiles de 1-6), casi todos (el 98%) fueron sin emplear ningún tipo de protección. Una tercera parte de los participantes (35%) indicó haber recibido semen en la boca y de ellos, el 70% se lo tragó. El 28% de los participantes tuvo sexo oral con un compañero VIH+ y de éstos, el 81% no emplearon condón y el 39% tragó la eyaculación. El RAP% se eleva cuando se incrementa el número de compañeros con los que una persona tuvo sexo oral: el RAP% para un solo compañero (p = 18%; RR = 1.01) se calculó en 0.18%; para dos compañeros (p = 12%; RR = 1.02) fue del 0.25% y para tres compañeros (p = 10%; RR = 1.03) fue de 0.31%. El RAP% acumulado desde un a tres compañeros, fue de 0.74%. La ausencia de infección por VIH detectada en ésta muestra, confirma las investigaciones previas de que la adquisición de VIH vía oral es rara. La prevalencia de VIH y su incidencia entre HSH investigada en el mismo lugar de San Francisco durante períodos similares (Diciembre 1999 a Febrero 2001) fue manifiestamente alta. En general la prevalencia de infección por VIH fue de 3.3% (95% CI 2.9 – 3.9), y incidencia de pruebas repetidas fue de 1.9/100 de personas al año (95% CI 1.6 – 2.3). La cantidad de personas que reportaron no emplear ningún tipo de protección durante el sexo ana (RAI) tuvieron una prevalencia e incidencia de 5.1% (95% CI, 4.1 –6.3) con 3.5/100 personas al año (95% CI, 2.7 – 4.5) respectivamente. En las personas que dijeron no emplear condón durante el sexo anal (RAI), la prevalencia de VIH fue de 5.1% (95% CI, 4.1 – 6.3) y de 3.5/100 de personas al año (95% CI, 2.7 – 4.5) respectivamente. En las personas que dijeron emplear protección durante el (RAI) sexo anal, la incidencia y prevalencia fue de 2.3% (95% CI, 1.7 – 3.1) y 1.7/100 de personas al año (95% CI, 1.2 – 2.3) respectivamente (T. Kellog, San Franciso Department of Public Health, comunicación personal). Éstos datos muestran la estricta diferencia en el riesgo de VIH entre aquellos que practican sexo oral y quienes efectúan conductas de alto riesgo. La fortaleza de nuestro estudio es que a los participantes se le preguntó por su conducta (sobre el sexo oral) antes de la prueba de VIH. Además, durante nuestro estudio se confirmó a las personas que indicaron “como se infectaron” y coinciden en gran parte con la adquisición de la infección mediante sexo oral. Los HSH que son VIH+ pueden erróneamente reportar exposiciones de alto riesgo por múltiples razones, entre las que se incluyen deseo social y recuerdo (es decir, que su medio social les impuso la información). Los hombres también puede declarar que mantienen solo relaciones con sexo oral y catalogarla como una conducta riesgosa y que -solo si no se usa protección- es una actividad riesgosa, a diferencia del sexo anal con condón. La hipótesis de Vittinghoff et al (3) es que la ruptura del condón o que se salga durante la penetración, tiene un alto riesgo al igual que tener sexo oral sin protección. Nuestros resultados se basan en un modesto tamaño de muestra, por lo tanto no podemos establecer con certeza una probabilidad de infección de cero. Nuestros datos y los de otros investigadores (D. Osmond, San Francisco Young Men’s Health Study: -< 3%, aún sin publicar) muestran que la proporción de individuos que solo mantienen sexo oral es muy bajo, entonces la obtención de una precisión y confiabilidad en las estimaciones de los patrones y el riesgo de adquisición del VIH por contacto mediante sexo oral es muy difícil. La importancia de la heterogeneidad a la susceptibilidad y la infección añade cierta incertidumbre a la cuantificación del riesgo. Nuestros cálculos muestran un RAP% muy bajo y coinciden con un riesgo extremadamente bajo. Además, si se considera que solo una fracción de aquellos que reportaron tener sexo oral se exponen al semen (35%) el RAP% será considerablemente menor. Los datos confirman que el riesgo de infección por VIH atribuible al sexo oral entre HSH y entre la población de HSM es especialmente baja. Es importante que los profesionales de la salud, incluidos los consejeros en VIH tengan información válida para transmitir a sus clientes sexualmente activos. Si las personas creen que el riesgo de VIH por tener sexo oral es alto o a la par -estar bien documentados en cuanto a las exposiciones de alto riesgo tal como el sexo ano-genital - la gente puede no sentir que exista una diferencia sobre cual conducta elegir. La adquisición de VIH a través de sexo oral es un riesgo significativamente menor que por tener sexo anal sin protección, y por lo tanto, uno elige las practicas sexuales que lleva a cabo. |
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